
Me tambaleé hacia el sonido de su voz. Edward mantuvo su mano bien firme bajo mi codo hasta que otro par de fuertes manos me tomó en la oscuridad. El calor de la piel de Jacob me quemó a travéz del fino traje de satén cuando me acercó a su cuerpo.
No hizo ningun esfuerzo para bailar, simplemente me abrazó mientras eterraba mi rostro en su pecho. Se inclino para presionar su mejilla contra la parte superior de mi cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario